Video Diana en Rio de Janeiro



Río de Janeiro sin duda es uno de los lugares mas hermosos del mundo, te invito a conocerlo sin embargo en este blogs te dejo 10 consejos para tu viaje.
1 ►No es la ciudad más peligrosa del mundo. Ni mucho menos. Rio suele ser noticia cuando ocurren tiroteos en las favelas o hay asaltos a los turistas, pero seguramente no es la ciudad más insegura de Latinoamérica, y la Zona Sur (Copacabana, Ipanema, Arpoador, Leme, Leblon) es mucho más tranquila que muchas de las grandes ciudades del mundo. Visité cuatro veces la Ciudad Maravillosa y jamás viví un episodio de inseguridad ni presencié actitudes sospechosas. Esto no significa que jamás ocurran estas cosas: la única recomendación es tener recaudos mínimos (como en cualquier ciudad grande) sin llegar a la paranoia.

2 ►Subir en los primeros días al Corcovado. Un buen consejo es visitar el Cristo Redentor tan pronto como el clima lo permita (un día muy nublado puede representar una frustración). Desde lo alto del morro se puede ver casi toda la ciudad y es una buena forma de empezar a reconocer los barrios de Rio, dueña de un diseño caprichoso debido a su complicada geografía.

3 ►Consultar las cartas de bares y restaurantes. Antes de sentarse en cualquier local gastronómico lo mejor es averiguar los precios. En lugares como Copacabana o Ipanema hay opciones para todos los presupuestos, y la gran mayoría ofrece los menúes a los turistas para tentar a los clientes. Un “obrigado” será suficiente para negarse con cortesía a aceptar la invitación.

4 ►No asustarse ante la amabilidad carioca. Los habitantes de Rio de Janeiro suelen ser amables y muy amenos. No es extraño que alguien se acerque a comenzar una conversación, lo que en algunos países puede significar un intento de concretar una estafa, pero en la Ciudad Maravillosa la mayoría está abierto a entablar relaciones con desconocidos. No hay que dejar de consultar a cualquier carioca cuando no sepamos exactamente dónde estamos o hacia dónde vamos, acostumbran ser mucho más amables y predispuestos a colaborar que en otros destinos sudamericanos.

5 ►Reservar con anticipación. Carnaval y Fin de Año (la famosa fiesta de Réveillon de Copacabana) suelen ser épocas en las que es casi imposible conseguir un hospedaje de último momento. Además, los precios aumentan mucho para esas fechas, ya que acostumbran triplicar las tarifas de hoteles y restaurantes sin la menor vergüenza. También hay que estar prevenido: Rio es una de las ciudades más caras del mundo en hotelería.

6 ►Tener precaución en el Centro y Lapa. No es para asustarse, pero no todos los barrios de Rio son tan tranquilos como la Zona Sur. Después de la caída del sol el Centro puede convertirse en un lugar poco recomendable, y la zona de Lapa (donde se concentra buena parte de la movida nocturna) suele ser bastante sombría fuera de las calles más transitadas. Lo mejor es ir a bailar y escuchar música a Lapa sin cámaras fotográficas ni hacer demasiadas ostentaciones. Por regla, cuanto más al norte habrá que tener mayor precaución.

7 ►Usar el metrô y los ómnibus. El metrô (subterráneo) es rápido, seguro y limpio. Si bien no es barato y en las horas pico de los días laborables puede convertirse en una marea humana, es la mejor forma de movilizarse en una ciudad con un tránsito bastante caótico. El ómnibus no es mucho más barato y los recorridos son algo caprichosos (nuevamente, la geografía carioca es una de sus grandes cualidades pero tiene este tipo de problemas), pero es una excelente forma de disfrutar Rio de Janeiro. En algunos tramos los choferes conducen como endemoniados y esa también es una experiencia que merece ser vivida.

8 ►Visitar Saara. Hay muchos shoppings y centros comerciales en Rio, algunos verdaderamente inmensos, pero sus precios pueden asustar hasta al bolsillo mejor preparado. Aunque pueden ser un buen reparo del agobiante clima (los días de mucho calor son un auténtico oasis en el desierto), los que quieran hacer sus compras menores (recuerdos, remeras, bolsos y baratijas en general) encontrarán en la feria Saara los mejores precios de Rio de Janeiro. Suelen vender las mismas cosas que en la feria nocturna de Copacabana y los vendedores callejeros, pero con ofertas difíciles de ignorar. También es un paseo muy pintoresco, otra gran experiencia carioca.

9 ►No dejarse asustar por Weather.com. Los pronosticadores cariocas suelen ser las personas más agoreras del mundo: con un par de días de anticipación, siempre pronosticarán lluvias. Pero muchas veces se tratará de un chubasco pasajero, es habitual que caiga una fuerte lluvia de cinco minutos cuando se va el sol. El clima en Rio es realmente impredecible, ha habido eneros completos de tormentas torrenciales y abriles sin precipitaciones, aunque lo cierto es que las estadísticas dicen que diciembre es el mes más lluvioso y agosto el más seco. Y cuando se asoman nubes negras en el horizonte, lo mejor es buscar refugio en un buen lanchonete y confiar, cerveza en mano, en que se tratará de una tormenta pasajera.

10 ►Contratar excursiones sólo en las agencias turísticas. Así como la mayoría de los taxistas del mundo buscan aprovecharse de los turistas, en Rio también hay que tener una mínima precaución con los tours. Es habitual encontrar en la calle a un “operador turístico” que ofrece sus servicios, pero suele ser gente muy improvisada que no cuenta con la más mínima infraestructura, y muchas veces no podrán cumplir su palabra y el cliente estafado no tendrá siquiera un número de teléfono donde reclamar. Por lo general, las agencias con locales a la calle, o aquellas que trabajan con los hoteles, son más confiables.

10►No temerle a las favelas. Casi no hay lugar de Rio de Janeiro que no tenga una favela (asentamiento precario) a menos de cinco cuadras. Pero la mayoría de las que están ubicadas en la zona más turística están “pacificadas”, lo que significa que cuentan con una sede policial y tienen numerosos efectivos de manera estable. Esto no significa que no ocurran episodios de inseguridad, pero los grandes narcotraficantes -que en otras épocas fueron los “dueños” del lugar- fueron expulsados de favelas como Santa Marta, Pavão/Pavãozinho, Cantagalo, Vidigal o incluso la famosa Rocinha. La mayoría de los favelados son gente trabajadora y hasta en las más peligrosas (habitualmente las de la Zona Norte) apenas un ínfimo porcentaje de sus pobladores viven al margen de la ley. En Santa Marta y Cantagalo, por caso, hay tanto riesgo de sufrir la inseguridad como en Copacabana o Ipanema, e incluso algún favelado agradecerá cordialmente una visita