Video Karla en Finlandia



Para mucha gente los países nórdicos suscitan una atracción muy especial.
Hace un par de veranos tuve la la oportunidad de visitar Helsinki, ciudad donde estuve tres días que, contra lo que puede ser habitual, fueron totalmente soleados.

Cómo volar a Helsinki
Para volar directamente a Helsinki desde España no dispones de oferta de compañías low cost, lo que te permitirá descubrir un compañía como Finnair, con un servicio a bordo casi de tiempos pasados, lo cual se agradece en un vuelo de un poco más de cuatro horas desde Madrid.

Para ir desde el aeropuerto a Helsinki, tienes la línea de autobús de Finnair que te llevará en una media hora al centro de la ciudad, en concreto, a la estación de trenes.

Una de las primeras cosas que te va a sorprender en Helsinki es saber que en Finlandia tienen como segundo idioma el sueco, una reminiscencia de los muchos siglos en que dicho país estuvo bajo el dominio de Suecia, antes de que en 1809 pasara a estar bajo la dominación rusa.

Fue en 1918, tras la Revolución Rusa, cuando Finlandia alcanzó finalmente su independencia.

Si bien los jóvenes finlandeses en la actualidad no entienden que tengan que aprender obligatoriamente el sueco en las escuelas, prefiriendo como segundo idioma el inglés, en todos los sitios verás siempre las indicaciones y la información en finés y en sueco.

Como primer consejo para tu viaje a Helsinki, te diré que es una ciudad muy fácil de visitar.

Qué ver en Helsinki
Los monumentos más interesantes, los barrios más atractivos y las calles más concurridas se concentran en torno al puerto principal, situado en la plaza del Mercado.

Por tanto, es una ciudad que en gran medida puedes conocer andando, salvo cuando vayas a visitar el monumento a Sibelius o el museo de casas  Seurasaari, al norte de la ciudad, en la zona de Meilahti, donde descubrirás que a solo 15 minutos en autobús puedes ver un típico paisaje campestre finés de bosque y lago.

Eso sí, te diré que Helsinki es una ciudad de tranvías, lo cual desde mi punto de vista la hace más atractiva. Los largos tranvías de color verde que transitan por el centro de la ciudad te permiten desplazarte de un lugar a otro de forma muy rápida.

Por ello, si tu visita de Helsinki va a ser una escala en un crucero por el mar Báltico, debes estar tranquilo pues vas a poder ver lo más interesante de la ciudad en una sola jornada.

Junto a la citada plaza del Mercado tienes la catedral de Uspenski, de rito ortodoxo, con sus fachadas de ladrillos de llamativo color rojo y sus cúpulas doradas.

Ya partiendo desde la citada plaza, donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento, el cual puedes visitar, por las calles del denominado Barrio Tori (Tori Quarter) llegas a la gran explanada de la plaza del Senado, centro monumental de la ciudad, con la imponente y muy blanca Catedral de Helsinki y el edificio del Senado.

Pero el diseño, que será protagonista en tu visita de Helsinki, estará presente en otros dos templos que, si puedes, debes ver en la capital finesa.

Por un lado, la más conocida como la Capilla del Silencio Kamppi, curiosa construcción de madera que encuentras en una de las más céntricas plazas comerciales de la ciudad.

Y por otro lado, la no muy lejana iglesia de Piedra Temppliaukio, uno de los rincones de Helsinki más visitado por los turistas.

También desde la plaza del Mercado parte la avenida ajardinada Esplanadi, sin duda la calle más cosmopolita de Helsinki, donde se concentran los mejores hoteles y restaurantes, las más atractivas terrazas y las tiendas de las marcas más caras.

Siguiendo esa calle llegas al denominado Distrito del Diseño, donde se concentran muchas tiendas donde el diseño es el protagonista, sobre todo de prestigiosas marcas finlandesas de ropa, muebles, vidrio o porcelanas.

Y muy cerca puedes subir a la terraza del Hotel Tori, una cafetería acristaladas desde donde tienes las mejores vistas panorámicas de Helsinki.

En una ciudad abierta al mar, como es Helsinki, en tu visita no debe faltar subirte a un barco para hacer un crucero panorámico, que en hora y media te da una visión diferente de la ciudad.

Durante el crucero podrás ver las pequeñas islas que la rodean, así como varios de los diez puertos de ocio de que dispone, con más de 10.000 amarres.

Si haces este crucero en un día tan espléndido como el que yo disfruté, cuesta creer que en invierno el mar está cubierto por el hielo, salvo los tramos abiertos por los rompehielos para permitir la navegación de los barcos de línea que unen Helsinki con Estocolmo y Tallín.

Si dispones de suficiente tiempo en tu visita y disfrutas de un buen día, merece la pena hacer la excursión en barco a la fortificación de Suomenlinna.

Fue construida en 1748 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como ejemplo de arquitectura militar europea en su época.

Este muy agradable paseo por verdes parajes fortificados, entre grandes cañones, y con varios museos, como en el que se ha convertido el antiguo submarino finlandés Vesikko, te puede llevar entre dos y tres horas.

Tu visita de Helsinki estará incompleta si no vas a alguno de sus mercados cubiertos.

En el mismo puerto tienes el Mercado Viejo.

Pero hay un par de mercados que puedes ver, de estilo muy parecido al Ostermalms Saluhall de Estocolmo, que combina tiendas muy llamativas con bares y zonas de tapeo. Y junto a ellos, unos muy concurridos mercadillos callejeros.

Los precios en Helsinki son caros en comparación con España, aunque tiene la ventaja frente a otras ciudades nórdicas, como la citada Estocolmo u Oslo, de que pagarás en euros.