Video Tatiana en Noruega



La mejor manera de ir a Noruega es respirando hondo y dispuesto a entrar en un mundo repleto de naturaleza salvaje, gente sin dobleces y ciudades de juguete.

La mejor manera de ir a Noruega es con capacidad para sorprenderse, permitiendo la improvisación y el dialogo con el camino.

La mejor manera de ir a Noruega es con metalidad abierta y ganas de conocer.

La mejor manera de ir a Noruega es la que te voy a contar.

Stavanger, Noruega
Norway…deux points.
Ya está, ha llegado el momento que tanto estabas deseando. La situación económica en España va genial, según Mariano, y es el momento de hacer uno de los viajes de nuestros sueños: Noruega.  Los fiordos, los vikingos, el salmón, las puestas de sol interminables…Y aquí te vamos a contar la mejor manera de hacerlo. Nuestra propuesta es empaparte de la esencia noruega: los fiordos, su gastronomía, sus naturaleza, los lagos, los hanseáticos….Rápido, aseado y sin dolor, sólo necesitamos 3 minutos. Empezamos.

Vuelos.-

La mejor manera de volar a Noruega es con Vueling. Desde Barcelona hay vuelos a precios asequibles que te dejan en Stavanger, la primera etapa de nuestro viaje por tierras escandinavas. Podemos encontrar precios en verano desde 150 euros. El viaje tarda unas 3 horas, lo justo para no aburrirnos.

Terrazas en Stavanger, Noruega
Ambientazo y terraceo en Stavanger
Stavanger.-

Stavanger es el lugar ideal para un recorrido por la Noruega de los fiordos y la naturaleza salvaje. Una ciudad pequeña, asequible y muy atractiva. Pero lo mejor es que tiene un ambiente de terraceo, sobre todo en verano, en el que no echaremos de menos España.  Los locales a orillas del mar se pueblan de gente deseando tomar una cerveza, cenar un buen salmón o simplemente contemplar el desfile de los que se pasean por esta zona de la ciudad.

Es conocida como una de las ciudades con más madera de Europa y tiene casi 20 museos. La parte más coqueta es, sin duda, el  Gamle Stavanger, varias calles adoquinadas y jalonadas por 173 casas de madera blanca y con flores y adornos muy cucos. Pasear por ellas es trasladarse al siglo XVIII. No hay que perderse el Norsk Oljemuseum, el Museo del Petróleo, considerado uno de los mejores de toda Noruega. Contiene maquetas gigantescas, reconstrucciones auténticas y exposiciones interactivas de alta tecnología para explicar, entre otras cosas, porqué este país es tan rico.

Gamle Stan, Stavanger, Noruega
Más noruega imposible.
Debemos reservar un huevo para visitar la Stavanger Domkirke, un a iglesia del siglo XII, tan bella como subestimada por el turista común. Algunos estudios revelan que es la catedral medieval más antigua de Noruega.

De Stavanger al Púlpito.-

Desde Stavanger se debe coger un ferry hasta Tau, una localidad cercana. Cuesta unos 20€ y tarda unos 20 minutos. Después hay que pillar el bus justo donde nos deja el ferry. Son privados y sólo funcionan durante verano. En invierno hay conexión pero el autobús te deja bastante más lejos, a unos 10 kilómetros del centro de interpretación. Desembolsando otros 20€ te dejan en otros 20 minutos en las inmediaciones del Preikestolen.

El Púlpito alias Preikestolen.-

Es imponente antes y después.  Este pedazo de roca se erige a 600 metros del fiordo Lysefjord en Ryfylke, cerca de Stavanger. En versión bestia, los fiordos los podríamos definir como un puñetazo de Dios sobre territorio nórdico con la mano abierta. De la huella de cada dedo surgió un fiordo. La explicación científica y, por ende, menos romántica, es que se trata de un valle formado por un glaciar, cubierto de agua salada, estrecho y bordeado por empinadas montañas que nacen bajo el nivel del mar. Dos de los tres fiordos más largos del mundo están en Noruega.

A él se llega después de una caminata de unas dos horas haciendo trekking. Algo para lo que no todo el mundo está preparado, así que mucho cuidado. Hace unos meses escribí este artículo que te puede ayudar en esa visita. Eso sí, una vez allí es algo alucinante y digno de ver, al menos una vez en la vida.

De Stavanger a Bergen.-

Una buena idea para llegar hasta Bergen es coger el ferry.  Es una manera fácil, rápida y cómoda para moverte por esta parte del país.  Hay varias compañías que lo ofrecen como Norled o Fjord Line. El viaje dura unas cuatro horas y el barco tiene wifi. No es que los paisajes sean muy bonitos a nuestro paso pero es un adelanto de lo que luego vamos a encontrar en Bergen y alrededores.

Bergen.-

Bryggen, Bergen
Aprovechando el sol en el Bryggen de Bergen.
Si Stavanger es la entrada a los españoles que vienen a Noruega a disfrutar de sus fiordos, Bergen es la ventana a la que asomarse para divisar un paisajes espectacular.  Su belleza es inversamente proporcional a su tamaño y con una parte antigua Patrimonio de la Humanidad. Las noches se verano son infinitas.

Nada más bajarse del barco, uno no puede dejar de mirar con la boca abierta el Bryggen, el puerto que huele a salmón y que conserva alguna de las maderas con las que la Liga de los Hanseáticos lo construyeron hace 400 años. Sin irnos muy lejos podemos profundizar en la historia de esta asociación de comerciantes alemanes a través del Museo Schøtstuene. En el Hanseático podemos ver dónde almacenaban el bacalao, la oficina del capataz, los dormitorios…y bebían cerveza. Todo ello en un edificio mil veces reconstruido tras sufrir otros tantos incendios.

Si nos giramos hacia la otra orilla del puerto nos encontramos con un moderno espacio de cristaleras en el que se esconde el nuevo oro noruego: el salmón. Dicen que es el mejor del mundo (también el más caro). Nos lo servirán alguno de los inmigrantes españoles que están allí currando junto con unas gambas recién cogidas en el fiordo y que podemos saborear, como la canción de Otis Redding, al borde del muelle.

Bergen, Noruega
Selfie en lo alto de Bergen
En Bergen hay que guardar una jornada para recorrer los fiordos cercanos. Se pueden realizar excursiones de un día o medio día así como circuitos. Los mejores son el de Sognefjorden, el fiordo más largo y profundo de Noruega, el Nærøyfjord, Patrimonio de la Humanidad, y el Hardangerfjorden, también conocido como la Reina de los Fiordos. Hay algunos viajes que incluyen pasar una o varias noches en ruta. El mejor lugar para reservarlas es la oficina de turismo de Bergen, junto al mercado de Pescado por alrededor de unos 150 euros.

Antes de dejar la ciudad, es obligatorio contemplar la estructura de la ciudad desde las alturas. Subir con el funicular Floibanen es la mejor manera de despedirse de Bergen y de Noruega, un país complejo y transparente al mismo tiempo