Video Flavia en Venecia
1. La mejor opción para llegar a Venecia es el tren, a menos que tengas la cuenta bancaria de un magnate y prefieras el avión.
2. Venecia fue la primera ciudad italiana que visité, después de salir de la Costa Azul en Francia. Si este es tu caso, al subir al tren ubícate en las sillas del costado izquierdo, pues tienen una vista increíble de los Alpes.
Los Alpes franceses desde la ventanilla de mi tren a Venecia.
Los Alpes franceses desde la ventanilla de mi tren a Venecia.
3. Al descender del tren, prepárate para el primer encuentro con los canales de Venecia. Querrás capturar hasta el mínimo detalle en fotografías.
4. Ante de salir rumbo a Venecia, cerciórate bien del recorrido desde la estación de tren hasta tu hotel. Busca en Google Maps y traza el recorrido en un mapa que puedas llevar contigo. Los callejones de la ciudad pueden confundir bastante.
5. La mejor forma de conocer la ciudad es caminando. Empaca zapatos cómodos, que eso de ir a Venecia en tacones y creerte Kim Kardashian está mandado a recoger.
Mientras caminas, puedes aprovechar para tomarte tus primeras fotos en Venecia.
Mientras caminas, puedes aprovechar para tomarte tus primeras fotos en Venecia.
6. Antes de salir a caminar, verifica qué tan lejos están el Gran Canal y la Plaza de San Marcos de tu hotel. La mayoría de plazas y calles principales tienen avisos que señalan estos dos lugares, por lo que pueden ser un buen punto de referencia si te pierdes. (Creo que, para este punto, es bastante evidente que me pierdo muy fácil y que me extravié varias veces en Venecia).
Alojamiento
7. Reserva el hotel con mucha antelación. Hay portales online que te permiten comparar precios y ver las fotografías del lugar.
8. En mi caso, me hospedé en el edificio adjunto del hotel San Gallo, un verdadero hueco hediondo, pero barato. La verdad es que no suelo ser muy exigente con los hoteles donde me hospedo y este estaba bien ubicado.
Como me niego a mostrar una foto del hotel, aquí va la bandera de Venecia hondeando (mucho más bonita, sin duda).
Como me niego a mostrar una foto del hotel, aquí va la bandera de Venecia (mucho más bonita, sin duda).
9. Desde septiembre de 2013 se cobra un impuesto al turista en Venecia, el cual debe pagarse en la recepción del hotel, como valor añadido a la tarifa del alojamiento.
10. También está la opción de acampar. A pocos minutos del centro queda el camping Rialto, que ofrece tiendas de alojamiento y la posibilidad de tomar una ducha por un precio muy cómodo.
11. Mucha gente prefiere alojarse en Mestre, que está muy cerca de Venecia. Allí se encuentran alojamientos más económicos y alternativas fáciles de transporte.
Alimentacion
12. La gran mayoría de restaurantes y bares en Venecia no están al alcance de los bolsillos modestos, como el mío. Compra tus alimentos en un supermercado y cómelos en una de las tantas plazas del lugar.
13. Tras ahorrar varios días, es momento de cumplir algún capricho. Si visitas un restaurante a manteles, pide algún plato a base de pescado o mariscos, la especialidad de los venecianos.
14. ¿Con ganas de una cerveza? ¿Quieres un snack? ¡Huye del Gran Canal y de la Plaza San Marcos! Todos los sitios allí ubicados, sin excepción, tienen los menús y las propinas más escandalosas de toda Italia.
15. No tiene mucho sentido comer sin saber que el sabor de esas especias en la pizza se le debe a los extensos viajes de Marco Polo en barco hasta Asia. ¿Verdad que todo tiene más sentido cuando sabemos un poco de historia? Lee sobre gastronomía italiana antes de visitar Venecia, todo tendrá un sabor diferente.
16. Guarda un pedacito de tu presupuesto para un buen gelato. Si estás en un eterno trayecto por un callejón, apretujado entre los turistas y cargando una mochila de 20 litros, un gelato de pistacho será el paraíso.
17. La mayoría de establecimientos permanecen abiertos desde temprano y hasta altas horas de la noche, pero intenta esquivar las “horas turistas”. Si cenas después de las 9:00 de la noche serás mejor atendido y te evitarás tanta congestión.
18. En los restaurantes a manteles cobran el “coperto”. Es decir, la bobada de ponerte un pedazo de pan y cubiertos en la mesa. Fíjate que esta tarifa no sobrepase los €2.
19. Lo confieso: Cada vez que veo las palabras “Menú Turístico”, me indigno cual anciana que ve a un par de estudiantes besándose. Se me rompe el corazón y no puedo creer que alguien pueda fiarse de una propuesta así. ¡Huye del menú para turistas, no seas facilista!
20. Venecia es un paraíso si eres amante del arte y, en general, de las expresiones culturales. Para aprovecharla al máximo, deberías estar enterado de la agenda cultural de la época y reservar tus entradas a espectáculos con anticipación.