Video Soria en Jamaica
Jamaica! Playas, reggae, aguas cristalina. Sí, es verdad que en la isla encontraremos que esas ideas que tenemos de Jamaica, se hacen realidad. Recostada sobre el Caribe más turquesa, festoneada de playas de arena dorada, y marcada por las colinas abruptas tapizadas de mil verdes, Jamaica es un trocito de ese paraíso que todos soñamos.
Vamos a proponerte aquí diez cosas para hacer en Jamaica y descubrir ese paraíso, y algunas que es mejor no intentar, para no conocer el “lado B” de la isla.
1) Música : Pisar Jamaica es tener una experiencia musical desde el primer momento. Si bien tendemos a sintetizar toda la música jamaicana en el reggae, la percusión y los distintos ritmos locales están en todos lados. En el andar de las mujeres, en el compás de de la charla animada, en las radios a todo volumen colgadas de las rejas de las casas, de los manillares de las bicicletas o saliendo de un bolso sobre la arena. Y por supuesto, en los incontables festivales de música jamaicana que hay a lo largo del año.
2) Atardecer desde el Rick’s Cafe. Este bar es mas conocido por su ubicación que por la calidad de su servicio, si bien se ha transformado en el lugar donde hay que estar para ver y ser visto. Sobre un acantilado en la costa de Negril, el atardecer tiene dos atractivos principales en este lugar: las vistas impresionantes sobre el mar desde la altura y el espectáculo de los espontáneos clavadistas que se arrojan al mar desde esa altura frente a la terraza del café. Y pongo “espontáneos” entre comillas porque aquí en Jamaica todo funciona a base de dólares.
3) ¿Bobsleigh en Jamaica? Seguramente alguno de ustedes recordará el asombro de todos al saber que en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary (2010) participaba el equipo de Jamaica de bobsleigh, una disciplina que básicamente necesita… nieve, frío, algo bastante alejado de la realidad de esta isla tropical. Sin embargo, hoy en día es posible que el viajero pueda probar el vértigo de desplazarse por ese cañón de hielo, adaptado a la vegetación tupida de la rainforest jamaicana.Una variante del bobsleigh que permite desplazarse en los carros como si estuvieras en el hielo, pero entre las copas de los árboles. Aquí le llaman bobsled.
4) Animarse con el chivo al curry. No puedes visitar Jamaica y volverte a casa sin probar uno de sus sabores fetiche: el chivo al curry. Una explosión que inflamará tu boca. A base de pimientas caribeñas que escalan hasta los 350.000 puntos en la escala Scoville, también lleva jalapeño y leche de coco. (Si te gusta probar la gastronomía local allí donde vayas, échale un vistazo a estas recomendaciones.)
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5) Las cascadas de Dunn’s River son muy conocidas y es un punto turístico ineludible en la isla. Las caídas de agua sobre las rocas, las bolsas de agua que permiten un buen chapuzón y el entorno verde denso y tropical que las rodea, son la postal que todos se quieren traer. Sin embargo, pocos te dicen que si no llevas unas buenas zapatillas, seguramente vuelvas a casa con un par de enormes moretones morados en las piernas (más que chanclas u ojotas, lo mejor son buenas zapatillas). O que te lleves una toalla bien grande porque a pesar del calor tropical, la sombra de los árboles hace que al salir del agua (que además no está tan caliente como pensaríamos), te congelas. Otro consejo: ve temprano por la mañana, de lunes a jueves es mejor y si ves que ese día llega un crucero al puerto, no te acerques a las cascadas porque la marea humana te impedirá llegar a mojarte ni siquiera la punta de los pies.
6) Visita una hacienda cafetera en las Blue Mountains. Mientras estás en la dorada arena de las playas jamaicanas, el azul del Caribe puede hacerte olvidar que a pocos kilómetros de distancia hay otra realidad. A unos 1.000 metros de altura sobre Kingston, puedes meterte en un paisaje de nieblas espesas, donde el sol se filtra entre los campos de café y el aire huele a tierra mojada todo el año. Esa humedad y el calor reinante, hacen que crezca esa neblina que inspirara mas de un poema y hasta alguna canción de mismísimo Bob Marley (Natural Mystic).
7) Cenar en The Caves. Sobre un acantilado, mejor dicho, dentro de un acantilado, el restaurante The Caves aprovecha justamente las cuevas que horadan la pared de roca para colocar mesas en pequeñas terrazas que se asoman al mar, allí abajo. No encontrarás una playa a tus pies, tan solo el agua turquesa y transparente que engaña con la profundidad. Y a medida que se hace la noche, las velas se encienden en las mesas y los camareros que salen de las entrañas de la montaña casi mágicamente, te sirven las copas de champagne para que acompañes el atardecer con un brindis.
8) Internarse en las profundidades de la tierra. Jamaica cuenta con mas de 1.000 cuevas bajo su verde superficie. Muchas de ellas se pueden visitar para observar estalactitas, estalagmitas, formaciones rocosas, cavernas y hasta algún lago subterráneo. En la Costa Norte, por ejemplo puedes visitar las Green Grotto Caves que es una de las mas accesibles para principiantes, aunque hay algunas que son todo un desafío para expertos espeleólogos profesionales o amateurs.
9) La ruta del ron. Asi como las haciendas cafeteras tienen el encanto del entorno natural, las factorías de ron nos introducen en la cultura de esta bebida de marcado acento local. El ron se vive con una larga tradición en Jamaica, y sus productores saben contarnos el proceso de su elaboración.
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10) Ningún viaje a Jamaica está completo sin descansar en sus playas y… bucear. No es necesario ser un experto, ya que con un simple snorkel puedes disfrutar de la vida submarina en las aguas calmas de la costa norte. Arrecifes de coral poblados de esponjas, con una variada fauna y una enorme riqueza de paisaje subacuático. Para los mas experimentados, el buceo entre las cuevas sumergidas y los arrecifes, siguiendo las paredes que caen verticales hasta los 50 metros de profundidad.
Y también, Jamaica encierra algunos lugares y actividades que, siguiendo mi experiencia, sería mejor evitar.
Scotchie’s. Seguramente si preguntas por un lugar para comer, te enviarán a este bar-restaurante-terraza en Montego Bay. Preparado como bebedero y comedero para hordas americanas de camisas coloridas y caras rojas, encontrarías aquí una pequeña carta de comida hiper picante, y una extensísima carta de bebidas alcohólicas a precios desorbitados. No caigas en la mentira del “local food restaurant“.
Visita a Rose Hall. No busques el fantasma de Annie Palmer. No vale la pena. Esta mujer, viuda de uno de los comerciantes de esclavos mas duros de la la historia de la isla, murió hace ya siglos, pero dicen que vuelve a pasearse por su antigua villa cada vez que los visitantes “invaden” su territorio. Sin embargo, la visita no cumple las expectativas ya que la casa no da mucho para ver.
Kingston es una bonita ciudad para conocer pero intentaría que no me pillara la noche paseando por sus callecitas. Ya sabemos que algunos lugares cambian mucho entre el día y la noche. Y este es uno de ellos. Mejor volver temprano al hotel y ver el atardecer en alguno de los lugares que recomendé anteriormente.
No te dejes llevar por la fama o por la impresión generalizada: las drogas están prohibidas en Jamaica. El consumo de marihuana también. De todas formas, yo que tú, evitaría pasear por ciertos barrios de Kingston.
Ten cuidado dónde te metes a bailar. Te invitarán a alguna fiesta en la calle, o a alguna sala local. El ritmo está en las calles de Jamaica, pero puede que no esté dentro tuyo.
Último consejo: Lleva un buen seguro de viaje. La sanidad pública no es recomendable y la privada es muy cara. Por eso nosotros viajamos siempre con IATI Seguros, y recuerda que por ser nuestro lector, tienes un 5% de descuento en tu seguro de viaje. Consulta aquí los precios y condiciones y si tienes alguna necesidad especial o duda, pregúntales, son encantadores y diligentes.
En fin, estas son sólo algunas ideas para que disfrutes de Jamaica. Espero que te sirvan nuestros consejos.