Video Vanessa en Lituania



Lituania es un país que ofrece una gran mezcla de estilos arquitectónicos y un rico patrimonio cultural heredado de los diferentes pueblos que han marcado su historia. Sus amplios espacios naturales combinan llanuras, colinas, bosques, lagos y ríos, disponiendo de un total de cinco espacios protegidos que no debéis dejar pasar la oportunidad de visitar durante vuestra estancia en esta república báltica.
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Polonia, Rusia, Bielorrusia y Letonia son los vecinos de este pequeño país cargado de cultura, naturaleza e historia. Los teutones invadieron y cristianizaron su territorio en el siglo XII, lo que llevó a las tribus que cohabitaban en el territorio a unirse y formar una nación. Este es el principio de la historia de Lituania, que rápidamente pasó a ser un gran ducado y un hábil invasor. Sus dominios se extendieron sobre Bielorrusia, Polonia, Ucrania y parte de Rusia a lo largo del siglo XV, llegando a convertirse en el país más grande de toda Europa.

La capital, Vilna, aglutina en su casco antiguo un buen puñado de monumentos de gran interés, como también sucede igual en las ciudades de Kaunas y Trakaiofrecen, todas ellas situadas al sudeste del país. Estas tres urbes son claramente las más turísticas de toda Lituania. Las áreas rurales ofrecen a los visitantes hermosos paisajes salvajes y bellos espacios naturales a los que los ciudadanos de las pequeñas y grandes localidad acuden pasar sus ratos de ocio y a disfrutar de las fuentes termales.

En el norte del país se encuentra la región de Auk?taitija, una comarca rural formada por pequeños pueblos y campos donde predominan los monasterios y castillos situados en valles rodeados por lagos. Colinas, bosques y ríos forman parte de los principales paisajes de una Lituania que parece ser eterna.

La región costera de Samogitia, al oeste de Lituania, goza de una fuerte identidad cristiana presente casi en todas sus tradiciones. Las principales playas del país están localizadas en el delta del Niemen y el istmo de Courlande, cuyos arenales se propagan hasta la ciudad rusa de Kaliningrado.

A pesar de los daños que ha este país tras las sucesivas guerras y ocupaciones acaecidas desde el siglo XVIII, Lituania es el país más grande y poblado de los países Bálticos.

Si Vilna y Kaunas son las dos grandes perlas nacionales, la ciudad de Klaip?da, el principal puerto del país, situado a orillas de la laguna de Courlande; bien merece una visita. De igual manera, la localidad de ?iauliai, conocida popularmente como "la ciudad de las cruces", sorprenderá a los viajeros con su característico casco antiguo, sus iglesias de ladrillos y sus tradicionales casas de madera.

Al sur del país, la reserva natural de Cepkeliai se revela como un santuario de la flora y fauna lituana, en el que también encontrareis numerosos pantanos. En otro tiempo, las ciénagas cubrían buena parte del país, especialmente en la cuenca del Niémen, que posteriormente fueron secadas y saneadas para facilitar su acceso. Los amantes de la naturaleza podrán incluir en su estancia un recorrido por los fabulosos bosques del parque de Zemaitija y la conocida reserva de Vie?vil?.
Información turística
Lituania forma parte de la Unión Europea y de la zona euro desde el año 2004, por lo que no necesitarás obtener visados para entrar al país ni tampoco tendrás la necesidad de cambiar de moneda. Si tienes la oportunidad, no dudes en realizar un viaje combinado que te permita visitar las otras dos repúblicas bálticas (Estonia y Letonia). Su visita, dada la escasa superficie y la proximidad geográfica de los tres países, es perfectamente factible.

Los lituanos se siente orgullosos de su país y de su identidad: aprende algunas palabras en lituano y no hables en ruso. El turismo no se ha desarrollado en todas las regiones del país, por lo que es mejor ir con unos cuantos carretes de fotos o cintas de vídeos extras. Pide permiso a los habitantes antes de hacerles una foto. No aceptes billetes deteriorados, ya que seguramente no puedas utilizarlos. Asiste al festival de músicas tradicionales.

Aunque en menor medida que en Letonia, los cultos y rituales paganos continúan siendo practicados por buena parte de la comunidad lituana, a pesar del proceso de evangelización que convirtió al país al cristianismo allá por el siglo XII. Si quieres asistir alguna de estas manifestaciones populares, te aconsejamos visitar el país durante los festejos del solsticio de verano.

Tal igual que sus vecinos estonios y letones, la naturaleza ocupa un lugar muy importante en la vida de los lituanos. Los parques, bosques y jardines son los lugares favoritos para pasar los ratos libres en compañía de familiares y amigos.

Es posible visitar las ciudades de Vilna, Kaunas y Trakai en transporte público con total seguridad y tranquilidad. No obstante, si puedes permitírtelo, alquilar un coche es claramente la opción más cómoda para desplazarse por el país.