Video Susana en Vietnam





Después haber contado al detalle la ruta que hicimos por Vietnam, los hoteles en los que pasamos todas y cada una de las noches de nuestra luna de miel y pegar en este blog algunas postales con momentos únicos en el viaje,  creo que es el momento adecuado para compartir más información práctica que pueda resultar de provecho a todos aquellos que estén interesados en conocer el país. He recopilado a través de las notas que pude tomar in situ, una lista de 50 consejos útiles para viajar a Vietnam, con los cuales dar un poco de luz a los futuros viajeros que estén planeando ir a uno de los países con mayor capacidad de seducción del Sudeste Asiático.


Qué no debe faltar en la maleta, cuál es la mejor época para ir a Vietnam, cómo moverse, dónde cambiar dongs, cómo es la comida, compras, regateos, vacunas y seguros necesarios y, e definitiva, muchos temas de interés que viene bien tener en cuenta a la hora de preparar un viaje a un país que se está posicionando como gran destino turístico en Asia. Tomad papel y lápiz, que aquí viene una pila de consejos prácticos de Vietnam que conviene tener en cuenta.

VOLAR A VIETNAM, DÓNDE EMPEZAR Y DÓNDE TERMINAR

– No existen vuelos directos entre España y Vietnam, siendo necesario hacer escala para llegar a los aeropuertos de Hanoi (HAN) o Ho Chi Minh (SGN). Vietnam Airlines es la aerolínea de bandera vietnamita y tiene vuelos a partir de 600€ haciendo escala en París (vuelo compartido con Air France) o Frankfurt (vuelo compartido con Air Europa/Lufthansa). Permite hacer multidestino: Entrar por Hanoi y salir por Ho Chi Minh, y viceversa, sin que el precio crezca. Su flota no es la más moderna del mundo y, aunque tiene pantallas en todos los asientos (algo que Iberia no asegura aún ni en vuelos transoceánicos), utilizan un sistema arcaico que muchas veces no funciona correctamente. Otras opciones mejores son Qatar Airways (haciendo escala en Doha), Emirates (parando en Dubai) o incluso Thai Airways con su clásica escala en Bangkok, aunque cuesta encontrar mejores precios para hacer un ida y vuelta multidestino.

– Una recomendación para recorrer el país es comenzar en una ciudad de un extremo y terminar en la otra (sur o norte), es decir, comprando vuelos multidestino con comienzo en Hanoi y fin en Saigón, o viceversa. De ese modo no tendremos que desandar lo andado cuando queramos tomar el vuelo de regreso. El precio del billete de avión termina siendo similar a si es ida y vuelta con el mismo destino, y nos ahorramos varios miles de kilómetros que son del todo innecesarios (y cansados) para regresar.


– Aunque el orden de las ciudades de comienzo y fin es indiferente y el precio del billete de ida y vuelta no varíe, probablemente sea más recomendable iniciar el viaje por el sur y terminar en el norte. De ese modo uno se asegura el viaje vaya siempre in crescendo. Saigon, Hoi An, Hué….Bahía de Halong, Hanoi, Sapa. Ese puede ser un orden con el nos van quedando highlights en todo momento. Nosotros no lo hicimos así, si no al revés, por eso pienso que hubiese sido mejor arrancar por el sur dirigiéndonos siempre al norte.


SOBRE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE DE VIETNAM

Mujer en barca en Hoi An (Vietnam)

– Los vuelos internos tienen un coste muy reducido y nos ahorrarán tiempo e incluso dinero a la hora de abordar largas distancias. Por ejemplo, de Hanoi a Hué hay 14 horas de tren (más o menos igual en bus), mientras que en avión son apenas 50 minutos (otro tramo importante como Dan Ang-Ho Chi Minh hablamos de 16 horas de tren frente a 1 hora de vuelo). Y el precio es bastante similar el del avión al del tren, que además siempre va lleno. Se paga una media de 40-50€ por vuelo interno en Vietnam. Si vamos con el tiempo justo el avión es la mejor opción, aunque si queremos disfrutar de la vida vietnamita, no está de más probar algún tren y tomarse las cosas con más calma. No es lo mismo tener dos semanas para recorrer el país que estar dando una vuelta al mundo y contar con mes y medio sólo para este país.

Mapa de trenes en Vietnam

– Muy a tener en cuenta para hacer largas distancias y ahorrarnos unos dongs es escoger los buses cama nocturnos. Hace años eran un auténtico desastre e incómodos a más no poder, pero actualmente son buses modernos en los que poder ir casi todo el camino estirado. Viene bien para ciertos trayectos en las que se viaja por la noche y, de ese modo, nos podemos ahorrar el hotel.

– Los taxis vietnamitas son muy baratos, pero debemos andar con ojo porque hay taxistas “demasiado espabilados” que te dan más vueltas de la cuenta o te llevan al hotel equivocado, que casualmente es de su primo porque… casualidades de la vida, el tuyo se ha incediando, lo han cerrado o ha desaparecido por arte de magia. Conviene exigir siempre que pongan el taxímetro cuando estemos en las ciudades, informarse de cuáles son las compañías de confianza (por ejemplo Taxi Group en Hanoi) o que los llamen desde la recepción del hotel en que estés. En una ciudad tipo Hanoi o Saigón es raro gastarse más de 2 ó 3 euros para hacer un recorrido medianamente largo.

Taxi en Hanoi

– Una alternativa a los taxis corrientes de toda la vida está en los Xe Om o, lo que es lo mismo, los mototaxis. Es mucha la gente que en las ciudades te ofrecen su ciclomotor para llevarte a cualquier parte. y lo mejor es que de esa manera se logra esquivar el tráfico más intenso en las horas punta. Aquí, obviamente, no hay taxímetro por lo que se hay que negociar directamente con el conductor antes de subirse a la moto. Seria muy raro pagar por una carrera más de 50.000 VND, que vienen a ser un par de euros (la media de una carrera corriente e acordar la mitad).


PARA DORMIR

– La infraestructura hotelera es extremadamente amplia, de calidad, con un servicio por encima de la media y unos precios muy bajos si los comparamos con otras zonas del mundo, aunque éstos hayan aumentado en la última década en que el turismo en Vietnam no ha parado de crecer. La tendencia de este país es convertirse en “la nueva Tailandia”, proporcionando mucha oferta y postulándose además para ser uno de los mejores destinos en los que vivir una luna de miel. Hubo un tiempo en que Vietnam se asociaba únicamente a mochila y aventura. Ahora además, para quien lo quiera, tiene a su disposición suites maravillosas a partir de 30$ o experiencias en casas antiguas y con encanto como las que hay en Hoi An (ver apartado de Alojamiento en Vietnam para consultar todos los hoteles a los que fuimos). Por otra parte sigue siendo posible alojarse en por entre 5$ y 10$ en lugares sencillos y con wifi gratis, lo que significa que es un destino para todos los presupuestos en los que, en general, el mayor gasto será el billete de avión.

Habitación del hotel de Hué en el que estuvimos (Vietnam)

– Hay que andar con mucho ojo con algunos listillos que ponen el nombre a su hotel de un alojamiento que ya existe, y casualmente viene mencionado en Lonely Planet o se encuentra bien posicionado en Tripadvisor, Booking, etc., para confundir a los viajeros. En ocasiones están incluso en las mismas zonas, por lo que hay quien llega y se encuentra que su habitación no cumple ni sus expectativas ni el precio estipulado. Suelen tener como ganchos a algunos taxistas corruptos o al típico que se pone a ayudar turistas al principio de la calle. Si bien es cierto que esto ocurría con más frecuencia hace unos años y que el control actual es mucho mayor, conviene asegurarse bien de la dirección del hotel y no hacer demasiado caso si nos dicen que éste ha cerrado por obras o se ha quemado por accidente.

DESTINOS VIETNAMITAS IMPRESCINDIBLES

– Si tuviésemos una sola semana para viajar a Vietnam y no quisiésemos perdernos los imprescindibles escogería Hanoi, Bahía de Halong, Hué y Hoi An. Con dos semanas ya da para añadir Tam Coc, las montañas de mármol de Dan Ang, My Son, Saigón y el Delta del Mekong. Y de dos semanas para adelante me iría a conocer el valle de Sapa para hacer trekking entre arrozales y conocer las tradiciones de las muchas etnias minoritarias que allí residen.

– Si nos gusta la naturaleza y soñamos con Vietnam por la Bahía de Halong un consejo que veo obligado a dar es que no debemos perdernos por nada del mundo ir a Tam Coc. Es una excursión fácil desde Hanoi (la ofrecen casi todas las agencias y hoteles, aunque no es la más conocida) que nos dejará en poco más de dos horas en lo que viene a conocerse como Halong Bay in land (la Bahía de Halong de interior). El paisaje es similar, aunque en vez de sobresalir las espigadas colinas kársticas del mar, lo hace a ambos lados de un río que podemos navegar en una canoa comandada por una mujer vietnamita que nos hará un recorrido largo (en torno a 1 hora y 45 minutos), metiéndonos por tres cuevas (ese es el significado precisamente de Tam Coc) y mostrándonos uno de los panoramas naturales más sorprendentes y cautivadores de Vietnam. Paisajísticamente hablando es algo que deja la boca abierta.

Tam Coc (Vietnam)

Esta excursión nos vino a costar 900.000 VND (aprox 34€ por persona) desde Hanoi (contratado en nuestro hotel) con traslados, comidas, ruta en bote de madera por el río y la visita a dos templos milenarios en Hoa Lu, antigua capital imperial de Vietnam. Es una de las excursiones más recomendables teniendo a Hanoi como base de operaciones.

– Acudir, al menos una vez durante el viaje, al teatro para ver una función de marionetas de agua (se puede tanto en Hanoi como Saigón). Es una tradición venida de muy antiguo en los cultivos de arroz en la que los agricultores trataban de entretener a los niños. Para ello se metían en el agua de cintura para abajo y manejaban unas figuras realizadas en madera de higuera (que aguanta bien el agua y tarda mucho en pudrirse) con las que les narraban historias legendarias de su pueblo. Si bien es cierto que hoy día su función es eminentemente turística,  la tradición ha podido sobrevivir gracias al interés de los propios vietnamitas y los extranjeros que visitan el país. Y de ese modo se continúan fabricando las bellas marionetas de agua con princesas, pescadores, músicos o dragones que salen del agua. Hay pases varias veces al día en Hanoi y Saigón, aunque conviene reservar tickets con antelación (precio aprox 5$). El teatro más típico y que lleva funcionando desde hace más tiempo de forma continuada es el Thang Long Water Puppet Theatre de Hanoi, situado frente a la orilla lago Hoan Kiem (a la altura del templo Ngoc Son, el del puente rojo).

– My Son, si bien no son las ruinas de Angkor, merece la pena. Es de los pocos conjuntos del antiquísimo Reino Champa que sobrevive en la actualidad, a pesar de que casi se evapora por completo por los ataques de los bombarderos B-52 a una base secreta del Viet Cong. De hecho se puede decir que en gran parte de esta ciudad levantada entre los siglos IV y XIII sólo quedan recuerdos herbáceos en profundos cráteres de las bombas estadounidenses, pero hay algunos edificios que resistieron, siendo los complejos B, C y D los más espectaculares. Hubo gente que durante el viaje nos contó que se los saltaba “por no ser Angkor” (¡Por supuesto que no lo es!), pero estando a una hora de Hoi An y en un emplazamiento selvático semejante, estas ruinas con ninfas y dioses esculpidos en las paredes de ladrillo no pudimos dejarlas atrás. A quien le guste un poco la Historia, el Arte y los avatares de ciudades perdidas, My Son jamás le decepcionará por su singularidad y magia. Eso sí, hay que madrugar para verlos en soledad, tomar mejores fotos y no asarnos de calor. Abren el complejo a las 6:00, hora a la que deberíamos estar como un reloj para tener la vieja ciudad cham para nosotros solitos.



– ¿Cuáles son los mejores museos sobre la guerra de Vietnam en Vietnam? Esa era una de las preguntas que nos hacíamos antes de viajar a este país, dado que era un tema que nos interesaba. Después de documentarnos para preparar el viaje y haber estado en el país tenemos la respuesta: El Museo de la Guerra en Saigón y el Museo de Historia del Ejército en Hanoi. Los dos. Aunque el de Saigón es el más conocido, y también el más duro, porque muestra fotos tremendas de los efectos devastadores de la guerra (la sala en la que hablan del agente naranja es espeluznante), recomiendo no perderse el museo de Hanoi que hay junto a la ciudadela. Más que ser un lugar de recuerdo a las víctimas como el primero trata la guerra a través de su poderosa maquinaria. Expone un buen número de aparatos militares de ambos bandos, algunos ya estrellados y otros en tan buen estado que podrían funcionar en la actualidad. Aviones, helicópteros, tanques y toda clase de armamento son quienes se ocupan de explicarnos la guerra de Vietnam según la propaganda comunista de la época que cuelga de las paredes (aunque se ve a lo largo y ancho del país),

Museo de Historia del Ejército de Vietnam en Hanoi

– Una de las mejores opciones para hacer trekking no sólo en Vietnam sino también en todo el Sudeste Asiático está en las montañas de Sapa, en el norte del país. Esta zona es bien conocida por la presencia de distintas etnias que mantienen firmes sus tradiciones (hay nada menos que 8 en la provincia), así como por los paisajes de arrozales que uno ve desde ambos lados del camino. Para hacer Sapa conviene quedarse unos días (yo diría que 3 como mínimo) y escoger distintas excursiones que se pueden contratar con facilidad nada más llegando al destino o reservando con antelación en una agencia de Hanoi.

– No debemos tomarnos Hoi An como una visita turística más. La que con toda seguridad es la ciudad más hermosa de Vietnam, ya que sobrevivió a los ataques de unos y otros durante el largo conflicto, no es sólo un lugar que ver sino, sobre todo, un lugar que vivir y sentir. En Hoi An lo mejor que podemos hacer es alargar los días, tomárnoslo con mucha calma,  y dedicar el día a pasear, montar en bicicleta, comprar artesanía o alucinar con las farolas de papel que iluminan la ciudad durante la noche. Es difícil no enamorarse del que fuera uno de los puertos comerciales esenciales de Indochina en el que construyeron su hogar navegantes y comerciantes chinos, japoneses, filipinos…¡e incluso españoles y franceses! Conserva casas antiguas de mercaderes, algunas de las cuales se pueden visitar como museo y otras se han transformado en pequeños hoteles con encanto (el Ving Hung Heritage 1 es el mejor ejemplo). No me equivocaría demasiado si no dijese que es la ciudad que logra que nos enamoremos de Vietnam y queramos regresar. Es un pedacito de un país que lamentablemente se fue con la guerra.

– Hué es la ciudad más monumental entre todas las que hay en Vietnam. Haber sido la capital del imperio durante siglo y medio de dinastía Nguyen hizo que se levantara una ciudadela magnífica a imagen y semejanza de la Ciudad Prohibida de Pekín y que los monarcas se hicieran enterrar en grandes mausoleos. Precisamente las tumbas imperiales representan una parte esencial en toda visita a Hué que se precie. Hay 7 visitables y, aunque todas tienen su aquel, hay 3 que destacan por encima de la media: La tumba del Emperador Minh Mang, la del temible Tu Duc (a mi juicio la más completa e impresionante ) y la del penúltimo miembro de la dinastía Nguyen, Khai Dinh, conocido como “el afrancesado” por su cercanía con los colonialistas galos, quien mezcló la arquitectura clásica vietnamita con múltiples influencias occidentales.

– En Vietnam existe una religión de religiones inventada en los años 20 y que resulta bastante curiosa. Se llama Cao Dai y se trata de un sincretismo religioso a lo bestia donde caben preceptos cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, budistas, confucionistas, taoístas e incluso tradiciones animistas del país. Shakespeare, Lenin o Victor Hugo son venerados como auténticos santos y jerárquicamente sigue los principios de la iglesia católica, aunque las mujeres pueden aquí ser sacerdotisas. Hay numerosos templos caodaístas en Vietnam que parecen iglesias de colores y que, a veces, pasan desapercibidas por la mayoría de los viajeros. El Delta del Mekong y la frontera con Camboya es una de las áreas con un mayor número de seguidores del Cao Dai, siendo la ciudad de Tay Ninh la sede de su “Vaticano particular”. La Santa Sede del Cao Dai es una excursión maravillosa a 96 kilómetros de Saigón en la que se puede asistir a una misa multitudinaria y muy colorida que no nos dejará indiferentes.


– Ho Chi Minh o Saigón, que es lo mismo con distinto nombre, puede resultarnos una ciudad desconcertante al principio. Es desordenada, ruidosa y su tráfico puede estar dentro de los más infernales del planeta. Pero si le damos una oportunidad (o incluso dos), acabaremos descubriendo deliciosas perlas escondidas en callejones a priori infames. Basta buscar los templos del Cholon District (el barrio chino de Saigón) para darnos cuenta de los muchos universos paralelos con los que cuenta esta ciudad. Asimismo el Templo del Emperador de Jade, con extraordinarias y atemorizantes estatuas de madera, merece una visita. Y para quienes estén interesados en seguir los capítulos de la Guerra de Vietnam cabe destacar que Saigón está repleta de lugares históricos como el Palacio de la Reunificación, intacto desde el asalto final del Viet Cong el 30 de abril del 75, con la posibilidad de acceder a los búnkeres subterráneos utilizados entonces. Por otra parte el Museo de la Guerra es uno de esos imprescindibles de todo viaje a Vietnam, así como utilizar Saigón como base para ir hasta los túneles de Cu Chi y conocer los laberintos que los vietnamitas excavaron bajo tierra para resistir el ataque enemigo.

– Las excursiones al delta del Mekong desde Saigón suelen dejar mucho que desear. Concretamente el tour a My Tho que se hace en el día no merece la pena ni la décima parte a lo que supone viajar a Can Tho y quedarse una noche para ir a ver los grandes mercados flotantes. Debemos mirar bien el programa que ofrecen las distintas agencias para que no nos cuelen visitas no deseadas a lugares en los que sólo existe intención de venderte cosas que no necesitas. Lo he comentado anteriormente, lo barato sale caro y a veces compensa pagar un poco más para poder disfrutar de determinados sitios. O incluso tomar el primer autobús que salga e ir por nuestra cuenta. Eso siempre resulta más satisfactorio y económico que contratar según qué tours.

EL CRUCERO POR LA BAHÍA DE HALONG

– En la Bahía de Halong es recomendable hacer un crucero de mínimo dos días y una noche, aunque lo preferible es contratar el de tres días y dos noches. Las excursiones que van y vienen en el día apenas se alejan del puerto, son multitudinarias, y apenas te da tiempo a disfrutar de uno de los mayores espectáculos de la naturaleza (añadiendo que hay 4 horas de viaje desde/a Hanoi). Halong Bay es uno de los motivos que nos han llevado a Vietnam, por lo que escatimar una vez lleguemos allí puede ser algo de lo que nos vayamos a arrepentir siempre. Merece demasiado la pena como para no quedarse a ver un amanecer o una puesta de sol en aquel mar tranquilo del que sobresalen miles de islas kársticas que no parecen tener explicación.

– Si vamos a hacer un crucero en la Bahía de Halong debemos tomarnos nuestro tiempo a la hora de escoger barco. Los hay de todos los precios y estilos, desde el que las ratas corren por cubierta hasta los que son de auténtico lujo. Por fortuna cada vez encontramos más matices intermedios a buenos precios. Pero eso nos obliga a informarnos bien, leer críticas y comentarios en internet, consultar a gente que lo haya hecho ya y asegurarnos que una vez estemos dentro sólo tengamos que preocuparnos de disfrutar una de las mejores experiencias de todo el viaje. En nuestro caso viajamos en un barco de Signature Cruises, que calidad precio (240€ por persona 3 días y 2 noches, todo incluido salvo bebidas) nos pareció lo mejor que encontramos después de navegar mucho por la red. Se trataba de nuestra luna de miel, por lo que procuramos escoger un barco bonito con buenas habitaciones y un servicio adecuado a bordo, aunque sin irnos a los Luxury más caros cuyo precio podía incluso triplicarse.

¿CUÁNDO ES LA MEJOR ÉPOCA PARA VIAJAR A VIETNAM?

– Los mejores meses para viajar a Vietnam son octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Y, aunque no quita que pueda llover también en ocasiones, coincide con la mayor parte de la época seca. Y no con la temporada de vacaciones de europeos, estadounidenses y australianos. Eso sí, conviene tener en cuenta que a finales de enero, primeros de febrero se da la fiesta del Tet, coincidente con la primera luna del año. Todo Vietnam se vuelca y se ponen preciosas las calles con luces y girnaldas, pero el país se colapsa literalmente hablando. Los vuelos son más caros y hay menos plazas hoteleras. Por otro lado los precios suben. Así que ya sabéis, si podéis evitar el Tet, a no ser que os interese mucho, mejor.


– Julio y agosto es temporada alta de turistas, pero ni mucho menos son los meses más adecuados para viajar a Vietnam. Por un lado el monzón atraviesa el país dejando lluvias y arrastrando tifones ocasionales provenientes del Pacífico y, por el otro, la ocupación de hoteles es mayor, éstos son más caros y hay más gente en las visitas turísticas. Pero, aunque la época de lluvias dure a veces hasta noviembre (desde finales de mayo/junio), sobre todo en el sur (en el norte la cosa se relaja a partir de septiembre), no se pasa cayendo agua las 24 horas del día. La mayor parte de las veces coincide con el comienzo de la tarde y jarrea de lo lindo en torno a una hora. Durante nuestro viaje, que fue entre mediados de septiembre y primeros de octubre, la lluvia no nos apartó de hacer absolutamente nada. Sólo llovió la mitad de los días y, casi siempre coincidía con la hora de comer. Moraleja, el monzón no es impedimento para viajar a Vietnam, aunque existan épocas más apropiadas para hacerlo.