Se trata de una ciudad y una obra de arte por sí misma. Sus maravillas arquitectónicas, lo romántico de sus canales, su pequeño tamaño y sus calles libres de coches convierten el hecho de visitar Venecia en un plan de fin de semana perfecto.
Pero cuidado. Tal como comentaba en mi post titulado “El amante de Venecia“, la capital del Veneto es además un lugar víctima de su propio éxito, secuestrado por su propia belleza, si bien siempre hay formas de descubrir su lado más humano y su ambiente inigualable.
CUÁNDO ES LA MEJOR ÉPOCA PARA VISITAR VENECIA
Al igual que Roma, Venecia tiene algunas particularidades que la hacen más o menos atractiva para una visita. Algunas épocas del año son mejores que otras. El tiempo, las fiestas locales y su famosa acqua alta deben ser tenidos en consideración antes de reservar los billetes.
En cuanto al tiempo, abril, mayo y junio son los mejores meses para ver la ciudad. Sin embargo, durante los hermosos y cálidos días de primavera la ciudad está atestada de turistas, los museos tienen colas kilométricas y encontrar alojamiento puede ser un reto.
El verano propiamente dicho no es muy recomendable debido a tres factores fundamentales. El primero es el calor sofocante, el segundo son los mosquitos, y el tercero el olor. Sí, el rumor es cierto, Venecia huele mal (afortunadamente no todos los días ni en todas las zonas).
El otoño es una de las épocas más bonitas para visitar Venecia. Sin embargo, también es la época más propicia para las inundaciones de la laguna o “acqua alta”.
La localización de Venecia, en el norte de Italia, significa que los inviernos de la ciudad son más largos y fríos que en Puglia, por ejemplo. La temporada invernal puede ser la mejor época para visitar la ciudad, especialmente por los precios más bajos y la ausencia de turismo masivo, pero los vientos húmedos del Adrático pueden ser motivo de más de un resfriado.
En cuanto a festivales y ferias, Venecia tiene un par de eventos grandes a los que vale la pena asistir. Aunque si lo que buscas es un viaje barato a Venecia, lo mejor es evitarlos.
El más importante de los eventos de la ciudad es sin duda el Carnaval de Venecia, que tiene lugar en febrero o principios de marzo y que recibe miles de turistas durante su celebración. Otras fechas señaladas de la ciudad son Semana Santa y el Bienal de Venecia (que tiene lugar los años impares).
CÓMO ORIENTARSE EN VENECIA
Es bueno tener en cuenta que las direcciones venecianas son la cosa más inútil jamás inventada, ya que no sirven para absolutamente nada si no conoces la ciudad como la palma de tu mano. Las direcciones en Venecia constan básicamente del nombre del distrito (por ejemplo Canareggio) y el número en el edificio, pero por lo general no incluyen el nombre de la calle.
Para conocer direcciones exactas en la ciudad, puedes utilizar esta herramienta.
Si has reservado un hotel en una zona difícil de encontrar (y todas las zonas son difíciles de encontrar a menos que se encuentren la mismísima Piazza San Marco) lo mejor es tener en cuenta el tiempo que vas a estar buscando el sitio y apuntar el número de teléfono para cuando te pierdas (porque te vas a perder). Lo mismo podría decirse para reservas en restaurantes, espectáculos, etc.
A grandes rasgos, la ciudad consta de seis distritos, Canareggio al norte, Dorsoduro al sur, Castello al este y Sana Croce al oeste. La zona centro está ocupada por San Marco y San Polo, separados por el Gran Canal.
DÓNDE QUEDARSE EN VENECIA
La respuesta a esta pregunta es simple: en el centro.
En una primera visita lo más recomendable es siempre dormir en Venecia-Venecia. Ni Mestre, ni Lido ni Giudecca, Venecia.
Para descubrir las maravillas que esconde esta ciudad, necesitas vivir sus noches al igual que sus días. Si te hospedas en una zona alejada, la sensación no será la misma y el impacto que causará en ti Venecia será muy diferente al de experimentar la ciudad al 100%. Por este motivo siempre es recomendable quedarse en una zona desde la que se pueda ir andando al centro.
Pero no tienes por qué quedarte en la mismísima Plaza de San Marcos. Los seis distritos que conforman el centro de Venecia ofrecen alojamientos de distintos tamaños y precios, adaptados a todos los tipos de viajero. Hoteles, albergues o apartamentos turísticos abundan a lo largo y ancho de la ciudad. Ver más sobre las mejores zonas para alojarse en Venecia.
Una particularidad de Venecia son las locande, que son el equivalente español de las pensiones u hostales. Normalmente son de gestión familiar e incluyen el desayuno en las tarifas. Ver locande en Venecia.
Al igual que en el resto de Italia, hay que tener en cuenta que la calidad de los alojamientos puede ser bastante inferior a la de sus homólogos en España. Normalmente tienes que calcular que el alojamiento tiene una estrella menos de la calificación oficial (un tres estrellas italiano equivale a un dos estrellas en España).
CONSEJOS PARA VIVIR UNA EXPERIENCIA MÁS AUTÉNTICA EN VENECIA
Si es la primera vez que viajas a Venecia, te será imposible esquivar del todo las atracciones obligadas (Piazza San Marco, Duomo, Gran Canal, etc), ya que son una parte fundamental de cualquier visita a la ciudad. Sin embargo, Venecia es mucho más.
En las pequeñas callejuelas bordeadas por canales de los barrios menos turísticos de Venecia no hay impresionantes catedrales, ni puentes grandilocuentes, pero aquí es donde vive el verdadero encanto de este sitio mágico, el que seduce, el que enamora.
La forma más fácil de descubrir estos recovecos es caminando sin rumbo, dejándote llevar. Lo peor que puede pasar es que descubras una ciudad con alma y latido propio.
Los mejores barrios para perderse en Venecia son sin duda el de Dorsoduro y el de Canareggio, zonas menos frecuentadas por los turistas y con joyas como el barrio judío veneciano.
Una vez hayas acabado de vagar por las callejuelas, simplemente pregunta a alguien cómo regresar a San Marcos o al puente de Rialto, no hay riesgo.
UNA SÓLA CUALIDAD PARA VISITAR VENECIA
Si tuviera que escoger solo una cosa, sería paciencia.
Venecia tarda un poco en mostrar sus tesoros. Lo mejor es visitarla sin agenda y sin una idea estricta de lo que esperas de ella. Tal y como comentaba más arriba: déjate llevar.
Ciudades como Venecia se disfrutan mucho más si se hace camino al andar sin una ruta predefinida ni un horario determinado.